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Ensanche del Corte Culebra

El Programa de Ensanche del Corte Culebra consistió en anchar este tramo a un mínimo de 192 metros en las rectas y 222 metros en las curvas. La iniciativa fue emprendida para atender la creciente demanda marítima, aumentar la capacidad operativa sostenible de la vía acuática y flexibilizar la programación de los tránsitos. Asi se permite el tránsito simultáneo de dos naves de manga ancha, tipo Panamax, sin comprometer la seguridad de la navegación.

El 4 de julio del 2001 se hizo la última detonación que concluyó el programa de perforaciones y voladuras, mientras que el 16 de agosto la excavadora Liebherr dio la última palada del proyecto de dragado subacuático desde tierra.

Los trabajos principales de ensanche terminaron el 6 de noviembre del 2001 cuando la draga Christensen removió la última porción de roca y pizarra del Corte Culebra, quedando solamente pendiente la modernización de su señalización que se espera sea completada para fines del 2002.

La estrategia de dividir el programa de ensanche en 19 proyectos o contratos provocó una intensa competencia entre contratistas locales y extranjeros, con lo que se obtuvieron ahorros sustanciales en la excavación seca. En total se removieron 23.2 millones de metros cúbicos de material seco y 12 millones de metros cúbicos de material subacuático.

Beneficios para la Industria Naviera

El ensanche del Corte Culebra es parte de un programa en curso más amplio de modernización y mejoras de la capacidad de la vía acuática a un costo de mil millones de balboas. Además de aumentar la capacidad del Canal, también beneficiará la vía acuática al mejorar la calidad del servicio de tránsito durante los períodos posteriores a las interrupciones de las vías de las esclusas, y reducirá el riesgo de derrumbes de tierra que pudieran interrumpir las operaciones. En esencia, este ensanche del Corte aumenta el potencial de utilización de las esclusas en más de un 90 por ciento.

Trabajando activamente para ofrecer un tránsito seguro de dos vías virtualmente las 24 horas del día, junto con otros programas de mejoras y modernización para incrementar la capacidad del Canal, su eficiencia y su seguridad, el Canal de Panamá tiene el propósito de asegurarse que la vía acuática siga siendo parte esencial de la economía panameña y una arteria viable para el comercio mundial.

Debido a su historia, su geología inusual y el hecho de que corta la Cordillera Central, el Corte Culebra del Canal de Panamá es una atracción singular para el público en general, en especial para los tripulantes y pasajeros que viajan a bordo de las naves que lo transitan.

Esta parte del cauce es de aproximadamente 12.6 kilómetros de largo, y en la mayor parte de este tramo se excavó roca y pizarra. Fue aquí donde se requirió el mayor volumen de excavación y donde ocurrieron los mayores derrumbes durante la construcción del Canal, justo después de la apertura de la vía y en varias ocasiones posteriores.

La construcción del Canal de Panamá fue un triunfo sin precedentes y el producto de una hazaña prácticamente sobrehumana, en cuya realización contribuyeron por lo menos 75,000 hombres y mujeres durante el período de construcción, que duró 10 años.

En las últimas décadas, el tamaño promedio de los buques inició una tendencia ascendente moderada. Se espera que el número de naves PANAMAX (las más grandes que pueden pasar por las esclusas del Canal) que transitan la vía, aumente de una cuarta parte del total de los tránsitos de un océano al otro, a más de un tercio de los tránsitos, para el año 2010. Por ejemplo, los tránsitos de naves PANAMAX con manga de 30.5 metros y más, aumentaron a 36.3 por ciento del total de los tránsitos de océano a océano en el año fiscal 2001.

Debido a lo angosto y cerrado de las curvas del Corte Culebra, los grandes barcos podrán transitar simultáneamente con toda seguridad en esta sección del Canal. Mientras más naves grandes transiten la vía acuática, más congestionamiento de tráfico y retrasos pueden ocurrir, afectando así la capacidad del Canal para ofrecer un servicio expedito de tránsito en el futuro.

Aunque el Canal tiene ahora la capacidad adecuada para manejar los niveles actuales y proyectados de tráfico, la entidad canalera adelanta planes para que el Canal continúe teniendo suficiente capacidad y aún tenga un margen para ofrecer un servicio de tránsito de alta calidad y manejar eficientemente los incrementos imprevistos de tráfico más allá de este siglo.