El Canal de Panamá reformuló el modelo de licitación para el Programa Hídrico, en atención a las sugerencias de las empresas interesadas en el proceso de precalificación para el diseño, construcción y puesta en marcha de un sistema optimizado de administración de agua.
Debido a lo anterior, se canceló el proceso de precalificación actual y se informó a las partes interesadas que se revaluarán los términos y condiciones del proyecto para asegurar la más amplia competencia en un próximo proceso de precalificación.
“Las conversaciones con las empresas interesadas durante el proceso de precalificación nos han permitido precisar el nivel de riesgo que están dispuestas a asumir, y con ello, mejorar el proceso de licitación para asegurar el suministro de agua en la cantidad y calidad requeridas para la población y operación del Canal durante las próximas décadas”, afirmó el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales.
Bajo el nuevo esquema, el Canal de Panamá tiene la intención de proveer a los interesados un diseño conceptual del sistema, con el fin de reducir el nivel de riesgo, mejorar los estimados de costos y facilitar la evaluación técnica de las propuestas.
El Programa Hídrico consiste en una cartera de proyectos que proveerá una solución al abastecimiento de agua cruda para más de la mitad de la población del país concentrada en las provincias de Panamá, Colón y Panamá Oeste, así como para la operación del Canal, considerando el desarrollo sostenible, los escenarios climáticos y las proyecciones de crecimiento.
Por mandato constitucional, el Canal de Panamá tiene la responsabilidad de velar por la administración, mantenimiento, uso y conservación de los recursos hídricos de su cuenca hidrográfica, dentro de la cual se encuentran los embalses Gatún y Alhajuela, principales fuentes de agua para la población del país y el tránsito de buques.
El reto del agua
Como parte de esta responsabilidad, el Canal de Panamá desarrolla acciones para la protección de las fuentes de agua a través de programas que impulsan el desarrollo socioeconómico y la conservación ambiental en la Cuenca. De esta manera, se asegura la calidad y cantidad del recurso hídrico, así como medidas para el uso eficiente del agua en las operaciones de la vía.
Producto de la variación climática, la disponibilidad del recurso hídrico en la Cuenca se ha visto impactada en los últimos años por una disminución en el volumen de agua, cambios en el régimen de lluvia y fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías. Por ejemplo, en 2019, el Canal experimentó su quinto año más seco de las últimas siete décadas, lo que provocó que los niveles de los lagos Gatún y Alhajuela estuvieran muy por debajo del promedio.
Debido a ello, la Administración implementó medidas como un cargo por agua dulce, que está en vigencia desde febrero del 2020, sumado a prácticas de conservación de agua, puestas en marcha meses antes.
Gracias a la gestión adecuada del recurso hídrico, el Canal logró asegurar calados por encima de los 45 pies durante la severa estación seca del año 2020, y ha ofrecido calados óptimos durante los primeros seis meses del 2021.
En junio, el Canal anunció un aumento de calado a 50 pies, el nivel máximo permitido por la vía acuática. En todo momento el Canal ha asegurado los volúmenes de agua requeridos para las plantas potabilizadoras que se abastecen de los lagos Gatún y Alhajuela.
Estas iniciativas fortalecen la resiliencia en las operaciones del Canal frente a la variabilidad climática, mantienen la competitividad de la ruta y aportan valor a sus clientes, al tiempo que se evalúan y seleccionan los proyectos a ser desarrollados como parte de la estrategia de sostenibilidad de la vía acuática.