El Canal de Panamá sigue de cerca el desarrollo de los eventos climáticos que impactan a nuestro país, sobre todo los que afectan la disponibilidad de agua en la Cuenca y que, según los pronósticos, podrían agravarse próximamente por la llegada del fenómeno de El Niño que trae consigo el inicio adelantado de la temporada seca 2024.

En ese sentido, el Canal mantendrá las medidas de ahorro de agua durante los meses de lluvia para recuperar el nivel de los lagos y así garantizar el recurso hídrico para el consumo humano sin afectar, en la medida de lo posible, los tránsitos por la vía interoceánica. No obstante, se estima que el impacto económico es inevitable.

La declaración de emergencia climática decretada por el Gobierno Nacional refuerza lo que se ha estado comentando desde el Canal de Panamá, en el sentido de que la escasez de agua dulce es real. “Es un tema que el Canal de Panamá ha venido advirtiendo por muchos años. Simplemente, nunca sabíamos en qué año iba a ocurrir un caso como el que estamos experimentando ahora, pero que podría pasar en cualquier momento”, aseguró el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez Morales.

El Administrador agregó que el último período de sequía intenso que tuvimos fue en el 2019 – 2020 y que, generalmente, estos ciclos se repiten una vez cada cinco años. Sin embargo, lo que estamos experimentando es que estos ciclos se están reduciendo a solo tres años.

Las estadísticas del Canal revelan que, por ejemplo, durante la última década hemos experimentado un extenso periodo seco, incluyendo el segundo y quinto año más seco de los últimos 72 años. Si analizamos los números del 2023, el recién finalizado mes de mayo fue el más seco desde 1950, lo que nos sitúa ante una situación delicada, considerando que en ese entonces la vía acuática no operaba con las esclusas neopanamax.

¿Qué estamos haciendo?

Desde el pasado 3 de enero, el Canal puso en marcha una serie de medidas de ahorro de agua en sus operaciones para garantizar el recurso hídrico con el que se abastece a la población y ofrecer un servicio confiable y competitivo a los clientes durante la temporada seca.

“En las esclusas panamax hemos estado haciendo esclusajes cruzados, es decir, combinando el agua de un lado de una esclusa a otra. Además, hemos calendarizado los tránsitos de tal manera que podamos reutilizar en la mayor medida la misma disponibilidad de agua dentro de cada una de las recámaras para transitar más buques. En cuanto a las esclusas neopanamax, estamos revisando el sentido del tránsito y la calendarización de los buques norte y sur para hacer el máximo uso del agua” explicó Vásquez Morales.

Aunado a esto, desde el 2020 el Canal trabaja en el Programa Hídrico, el cual busca una solución integral al problema del agua. El objetivo principal es identificar y desarrollar las alternativas que nos permitan garantizar este recurso por los próximos 50 años.

De empeorar las actuales condiciones climatológicas, el Canal contempla la implementación de medidas extremas que incluirían limitar el número de tránsitos diarios. “En la actualidad transitamos entre 35 y 36 buques por día; habría que bajar a 32 y 28 tránsitos por día”, advirtió el Administrador.

Impacto

Aunque no hay afectaciones en el tránsito, sí se ha detectado una disminución de la cantidad de buques que llegan por Panamá. Sin embargo, explicó el Administrador, esta disminución coincide con el momento del año en el que históricamente arriban menos embarcaciones, por lo que se hacen los análisis para determinar si esta merma responde a la estacionalidad o si, por el contrario, se trata de que los navieros están optando por otras rutas.

Pese a las medidas implementadas a raíz de la sequía, el calado que ofrece el Canal sigue siendo competitivo, puesto que no se impacta el tránsito de buques panamax, sino únicamente a un sector de los que transitan por las esclusas neopanamax, quienes son debidamente notificados de los calados máximos disponibles.

La situación que experimentamos debe alertarnos sobre la urgencia que representa para el país, el Canal de Panamá y para todos los panameños la discusión en torno a cómo el impacto climático afecta, particularmente, la disponibilidad de agua para abastecer a la población y atender las necesidades de los distintos sectores económicos del país.