Por Miroslava Herrera

No es El Niño lo que nos está afectando, ese fenómeno oficialmente ya terminó en junio de este año”, empieza por aclarar Johnny Cuevas, uno de los especialistas con mayor experiencia en manejo de agua en Panamá. Él precisamente empezó su carrera en el Canal hace 20 años, cuando se estrenó la administración panameña de la vía acuática.

Chiricano, nacido en Horconcitos, contó a El Faro, todo lo referente a las repercusiones locales y globales del cambio climático, desde su visión como gerente de Recursos Hídricos del Canal de Panamá. Si no es El Niño, ¿qué es lo que nos afecta entonces? Ahora mismo tenemos una escasez de lluvia que disminuye los aportes de agua que hacen los ríos a los embalses de Gatún y Alhajuela. Algo no está bien en el clima a nivel global.

En los 12 El fin del año 2019 nos trae un contrapunto de noticias. Por un lado, los anticipados aguaceros de los meses más lluviosos, por el otro, la realidad del cambio climático que ha traído menos precipitación. ¿Qué situaciones enfrentamos con los embalses que proveen de agua a la mitad de la población del país y la operación del Canal? meses del año fiscal 2019 ha llovido debajo del promedio.

Esto es producto del cambio climático: los eventos, ya sean tormentas o sequías, van a ser más extremos; sequías más prolongadas y tormentas más fuertes. Tomemos como ejemplo el año 2016, el año en que inauguramos el Canal ampliado. El 18 de mayo se dio el nivel más bajo registrado en el lago Gatún, 78.21 pies. Pero ese mismo año, en el mes de noviembre, ocurrió una tormenta fuerte, Otto, y se registró el nivel más alto registrado en aguas del Canal. Dos eventos extremos en el mismo año, con meses de diferencia.

¿Cómo defendemos el agua que bebemos y que asegura las operaciones de Canal de un enemigo tan poderoso como las variaciones climáticas?

Esto nos llama a la reflexión. En el año 2004, iniciamos un programa de gestión de riesgo comunitario que ha ido creciendo y que realiza simulacros y ejercicios con la comunidad y otras instituciones, para que las personas estén preparadas y capacitadas. Ahorramos agua en la operación del Canal. Las tinas de reutilización de agua de las esclusas nuevas se están usando. Aunque las nuevas esclusas son más grandes, consumen 3% menos agua que las originales y cruzan tres veces más carga. Además, ahorramos agua haciendo esclusajes en tándem y llenados cruzados, entre otras medidas.

¿En qué nos apoyamos para todas estas medidas y previsiones?

Dentro del título constitucional 14, el acuerdo de cuenca 116 y la Ley Orgánica del Canal, se identifica artículos importantes sobre el cuidado de la Cuenca. El Canal administra la cantidad y la calidad del agua dulce. Hemos establecido un laboratorio que analiza una matriz de tres tipos de agua: cruda, potable y residual, y contamos con un programa de vigilancia de bosques y reforestación. Nuestros químicos y biólogos toman muestras en los ríos y en los lagos para garantizar que el agua cumple los parámetros. Por otro lado, hay personal a cargo del radar meteorológico que da seguimiento continuo al desplazamiento y velocidad de tormentas, usa globos de radiosondeo, determina la cantidad de lluvia y modelos de escorrentía, que nos indican, en tiempo real, cuánta lluvia llega a los embalses del Canal. Con estos datos hacemos correlaciones e investigamos para optimizar el uso de agua.

El Canal también desarrolla un programa de incentivos económicos ambientales y educación ambiental, muy novedoso, que apoya una mejor distribución de la riqueza trabajando con las personas que viven dentro de la Cuenca. ¿Cómo describe usted el camino recorrido en estos 20 años de administración panameña del Canal de Panamá?

Estos 20 años han sido una gran escuela, no solo en la parte de la ingeniería, sino también en la parte social, en el contacto con la gente. Cuando entré en el año 2000 ya tenía experiencia en una megaobra, la hidroeléctrica Fortuna, y no tenía duda de que nosotros los panameños estábamos capacitados para tomar el gran desafío de la administración del Canal de Panamá. Un gran reto fue el de las presas y los vertederos que garantizan que se pueda almacenar el agua en nuestros embalses. Iniciamos con un equipo interdisciplinario de seguridad y mantenimiento y adquirí una gran experiencia en ese grupo.

¿Qué debe cambiar en nuestra manera de ver el agua?

Estamos en los 10 años más secos de todo el registro. Como especialistas, hemos trasmitido el mensaje, y todos en el Canal estamos comprometidos en buscar soluciones. En lo que al comercio marítimo se refiere, al momento en que el Canal de Panamá no pueda ofrecer el servicio por temas de calado, los clientes encontrarán otras rutas para mover su carga.

Debemos dejar de pensar que el agua es un recurso ilimitado; esto es falso. Ella es como una cuenta de ahorros, si le das mal uso, si la desperdicias, cuando la necesites no vas a tener. Dentro de la cuenca hay siete potabilizadoras.