El Canal de Panamá conmemora 110 años de operaciones y reafirma su compromiso con el país al garantizar la disponibilidad de agua para abastecer a la población, al mismo tiempo que ofrece a sus clientes 50 pies de calado y capacidad de tránsito para 36 buques diarios.
Este aniversario del Canal de Panamá coincide con el reto histórico que trajo consigo la prolongada sequía que atravesó el país y que impactó los reservorios de Gatún y Alhajuela en niveles pocas veces vistos en estos 110 años, siendo esta la más severa desde que se amplió el Canal en 2016.
A pesar de semejante desafío, el Canal, gracias al trabajo y empeño de su fuerza laboral, implementó oportunamente la estrategia hídrico-operativa dirigida a optimizar el ahorro del recurso hídrico priorizando, ante todo, el agua para abastecer a más de la mitad de la población.
En la actualidad, la temporada de lluvias está llevando gradualmente a que los reservorios recuperen los niveles esperados para este momento del año, al tiempo que el Canal sigue enfocado en mejorar la confiabilidad, eficiencia y capacidad de respuesta ante las cambiantes necesidades de la industria marítima.
Desde su inauguración en 1914, el Canal de Panamá sacó provecho de su posición geográfica para ponerla al servicio del comercio mundial, que se optimizó al contar con una vía que permite el ahorro de tiempo, distancias y costos al transporte marítimo de productos entre distintos países, y más aún, luego de la ampliación de su capacidad en 2016.
Es así como la vía interoceánica conecta a 180 rutas marítimas que llegan a 1,920 puertos en 170 países alrededor del mundo, y por el que transita cerca del 3 % del comercio marítimo global.
Enfocados en el manejo del recurso hídrico
El Canal de Panamá prioriza garantizar el agua necesaria para abastecer a la población y toma medidas para enfrentar el cambio climático y el crecimiento demográfico.
La reciente decisión de la Corte Suprema que restablece la vigencia la Ley 44 de 31 de agosto de 1999, “por la cual se aprueban los límites de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá”, refuerza el compromiso del Canal en el cuidado de las fuentes hídricas y el desarrollo sostenible y mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades.
Es importante precisar que ese territorio siempre ha sido y seguirá siendo propiedad de quienes lo ocupen, ya sea que cuenten con título de propiedad o derecho posesorio, como ocurre en el resto de la cuenca.
El Canal es consciente de que la tarea más importante es asegurar que los panameños tengan agua para tomar y, para ello, se considera la construcción de un reservorio multipropósito para compensar la cantidad de agua que se extrae del sistema de embalses del Canal para abastecer a la población.
Para el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez Morales, “en Panamá tenemos alta dependencia de las lluvias, y se requiere aumentar la capacidad de almacenamiento para garantizar el agua potable y la de los tránsitos. En la operación del Canal, incluyendo el tercer juego de esclusas, utilizamos el volumen de agua que se había pronosticado para tal fin, caso contrario ocurre con el consumo de la población que aumenta permanentemente”.
La construcción de un reservorio en la cuenca de río Indio ha sido confirmada como la opción más viable para el desarrollo de un proyecto, técnicamente sustentado, que permita atender las demandas futuras de agua para consumo humano. No obstante, antes de emprender cualquier iniciativa se deberá atender las necesidades e inquietudes de quienes habitan en esa región.
El reservorio de río Indio es un proyecto de desarrollo humano que pretende mejorar las condiciones de vida de las comunidades, al mismo tiempo que nos permite garantizar el agua para Panamá para los próximos 50 años.
El mantenimiento es clave
Una de las claves de la vigencia del Canal está en su mantenimiento. Las esclusas centenarias, que vieron al vapor Ancón en su tránsito inaugural, siguen funcionando gracias a un robusto programa multianual de mantenimiento en todas sus estructuras.
El Canal de Panamá cumple con su compromiso con el país y sus clientes, llevando a cabo rigurosos programas de mantenimiento preventivo tanto en las esclusas, como en las represas de Gatún, Madden y Miraflores, y del mismo modo en equipos flotantes, terrestre y a lo largo del cauce de navegación. Solo en los últimos cinco años ha invertido más de B/.2,000 millones en mantenimiento.
Para el presupuesto del año fiscal 2024 se han destinado más de B/.500 millones para atender las centenarias esclusas panamax, así como las modernas esclusas neopanamax.
Por otro lado, lleva adelante evaluaciones exhaustivas de las condiciones de su infraestructura, especialmente la más antigua, para definir las necesidades de atención a corto, mediano y largo plazo.
Cabe destacar que el activo más importante del Canal es su fuerza laboral que, con su conocimiento y experiencia en la administración, operación y mantenimiento de la vía acuática, contribuye diariamente a garantizar su sostenibilidad y competitividad.
Comprometidos con el ambiente y la sostenibilidad
El Canal de Panamá tiene también una responsabilidad ambiental con el país: la protección de la Cuenca Hidrográfica para asegurar la disponibilidad en volumen y calidad de agua el consumo humano y para su operación.
El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá restituyó la vigencia de la Ley 44 de 1999 que amplía los límites de la Cuenca Hidrográfica, para incluir 552,000 hectáreas adicionales, en comparación con las 300,000 que se administraban previo al fallo.
Además, durante los últimos 25 años, el Canal en manos panameñas ha desarrollado un modelo responsable del manejo, mantenimiento y gestión humana de la cuenca bajo su responsabilidad.
Un aspecto crucial de dicha gestión es el desarrollo humano que se ha experimentado en las comunidades de la Cuenca. Este modelo permite gestionar un territorio integrando los diversos factores presentes en dicha cuenca, con el respaldo de productores y organizaciones comunitarias.
De esta forma, el Canal de Panamá cumple 110 años de operación y la fecha, permite una reflexión sobre su visión a futuro, los retos que se avecinan y la necesidad de que, como país, trabajemos juntos en las mejoras continuas que nos permitan garantizar la sostenibilidad de la ruta para beneficio del comercio mundial y de todos los panameños.