Los panameños no podemos fracasar en nuestra responsabilidad de mantener el Canal y sus actividades conexas trabajando con continuidad y eficiencia.
El 9 de enero de 1964 marca un antes y un después en las relaciones de Panamá con Estados Unidos. En ese entonces el afán de todos era hacer cumplir un acuerdo para que la bandera de Panamá ondeara junto a la norteamericana.
Los 60 años anteriores a esa fecha habíamos tenido procesos revisionistas de los tratados. Un pedazo de nuestro territorio era gobernado por una fuerza extranjera. Fue ese hecho el que obligó a Estados Unidos a negociar un tratado.
De allí que en este tiempo, los panameños velen por la autonomía que nace de varios procesos posteriores a aquellas luchas históricas. La institucionalidad es fundamental.