Reconozco que la mayor parte de mi vida ha estado unida a este Canal, tanto como mi familia. En ocasiones me ha sido difícil separar una faceta de la otra, por ser también mi esposa una leal canalera que vive con igual pasión, intensidad y desvelos cada situación en esta empresa.
Mi esposa Marcia, mis hijos y mi madre, me dieron la seguridad de su respaldo y la fuerza para cumplir la misión de servir bien, y con bien. A tener paciencia frente a las dificultades, a perseverar en la rectitud y en mis principios, y a celebrar con modestia y moderación los logros.
Porque la magia de este Canal de más de 100 años, es que su grandeza y su complejidad, obligan al trabajo en equipo, que no da espacio al crédito en solitario o a la vanidad personal. Aquí pequeños y grandes logros se van entretejiendo, conformando una gran historia humana.
Junto a ustedes también aprendí todas las veces que no logramos algún objetivo, o cuando vivimos la frustración de ver al Canal atacado desde adentro, por gente a quien consideramos “nuestra”. Esas alianzas perversas con actores políticos o por ambiciones desmedidas nos lastimaron y persisten. Pero no tienen opciones de crecer en una empresa donde la inmensa mayoría cree y asume su misión patriótica.
No puedo ocultar que las últimas semanas han sido muy emotivas, pero no crean que es esta una despedida apasionada y romántica, porque la verdad es que a la par de las oportunidades que florecen en el horizonte, también se asoman nubarrones de riesgos y retos.
Ustedes enfrentarán desafíos materiales, como aquellos que se reflejan en resultados financieros, pero que dependen de la vocación de servicio y de hábitos como la disciplina. Ser competitivos y eficientes son condiciones básicas de un negocio sostenible.
Nuestro principal y único accionista espera más del Canal, los costos de operación son cada vez más altos, la competencia es cada vez más agresiva, y los mercados que sostienen los tránsitos son cada día más inciertos, en la medida en que la geopolítica mundial da giros inesperados de la mano de gobernantes impredecibles.
Además de la volatilidad en los precios del combustible, las innovaciones tecnológicas ofrecen alternativas a nuestros clientes, poniendo a prueba la vigencia de los métodos de transporte tradicionales, por ende, a nuestra ruta. La imposición urbana sobre los bosques, ríos y mares, el cambio climático, la disminución de los aportes hídricos a la cuenca y la demanda creciente de agua, también imponen una presión colosal, que solo se puede enfrentar en conjunto con todos los sectores de la sociedad panameña.
Aquí entre esta audiencia identifico a compañeros que conocí hace muchos años y que escogí para que formaran parte de esta empresa, como Francisco Miguez, lo que quiere decir que hay varios aquí preparando discursos de salida y mentalizándose para un nuevo estilo de vida. Pero no importa cuántos días, semanas, meses o años nos queden en la empresa, todos debemos estar conscientes de que hay gente nueva a la que le corresponde ocupar los espacios que vamos dejando, trayendo una cultura de trabajo y una forma de ver el mundo de manera distinta a como la vemos nosotros.
En este sentido, el sistema de méritos con sus respectivos procesos de selección de personal debe cubrir las necesidades del negocio, además de fortalecerse y mantenerse blindado. Sobre todo, consideremos que nuestro ejemplo de trabajo abnegado, ilustrado y honesto, es la mejor inducción y acompañamiento para las nuevas generaciones de canaleros.
Debemos reflexionar sobre aquellas cosas buenas que con los años se van disipando y que debemos preservar, que son parte del ADN del canalero de pura cepa. Me atrevería a mencionar el compromiso con la excelencia, la disciplina y el respeto reverencial por la imagen de la empresa.
La imagen privada de cada uno de nosotros, así como nuestros valores éticos y morales, son parte inevitable del Canal, y cada cosa que pasa en el Canal de Panamá inevitablemente tiene que ver con cada uno de nosotros como individuos. Cuidemos y defendamos la imagen del Canal y la nuestra.
Esta es una responsabilidad impostergable, sobre todo, en estos tiempos en que las incertidumbres se propagan y viajan expeditamente de la mano de las falsedades.
Debemos ser sinceros, honestos y transparentes. Pero nunca exponer a la empresa a escándalos innecesarios, ni ofrecerla como rehén de intereses propios o ajenos al Canal de Panamá.
Tenemos obligaciones que antes no teníamos al nivel actual y que hoy son vitales, como mejorar la comunicación interna en tiempos que nuestros colaboradores, en todos los niveles, requieren saber más sobre la actualidad y futuro de la empresa. Debemos perseverar y ampliar los esfuerzos que hacemos por mantener a todos los trabajadores con un elevado sentido de pertenencia, bien informados, integrados, comprometidos y conscientes de los beneficios y del privilegio que representa trabajar en el Canal de Panamá.
Debemos preocuparnos por las condiciones de trabajo, propiciando un buen clima, saludable, entusiasta y enfocado en el logro de las metas comunes. ¡Hagan que su gente brille!
Cuiden al personal. En cuanto a la seguridad, sean intransigentes, no negocien, ni relajen los procedimientos y medidas de precaución. Que las operaciones se hagan de forma segura, para que nuestros trabajadores al final de cada jornada, regresen felices y satisfechos, con sus familias. En la tarea de llevar adelante esta empresa, cada vida es necesaria.
Estos días son de emociones, recuerdos y reflexiones. Me voy contento, pero también me voy inquieto por esa impresión generalizada y falsa de que el Canal de Panamá no ha dado suficientes beneficios directos a los panameños. Es un estigma que se fortaleció en el contexto de insatisfacciones con la clase política.
Cuando se creó la Autoridad del Canal de Panamá, el país nos encomendó una misión con objetivos claramente plasmados en el Título de la Constitución y en la Ley Orgánica que nos rige:
El país nos ordenó: Operen el Canal de Panamá de manera segura, continua, eficiente y rentable.
Imaginemos por un momento que ese mandato no se hubiera cumplido.
¿Qué sería de los puertos, del ferrocarril, del transporte de carga terrestre, del comercio local y todo lo que de este se deriva, incluyendo el desarrollo de negocios conexos, empleos directos e indirectos, pago de impuestos y tasas. ¿Qué sería del Turismo?…
En menos de 20 años, con la participación de todos ustedes y muchos que hoy no están aquí esta empresa le dio un giro a nuestra historia. Por otra parte, aunque podemos reconocer que el país no es todo lo que puede ser, debemos sentirnos orgullosos porque el Canal de Panamá ha cumplido y no ha defraudado al pueblo panameño.
No dudo de que podemos hacerlo mejor, pero también debemos moderar las expectativas, porque hay aspiraciones en el imaginario popular que no son realizables por una empresa; como ser el gran empleador nacional o salvar la situación financiera del Seguro Social, entre muchas cosas que se dicen cuando no se ve luz al final del túnel.
Lo que el Canal sí es capaz de hacer lo ha hecho y con contundencia:
Estas son 32 cosas de las cuales nos debemos sentir orgullosos y el esfuerzo que debemos proteger:
Desde 1999:
  1. Hemos mantenido el Canal abierto al comercio mundial de manera ininterrumpida, sorteando los caprichos de la naturaleza. Porque lo primero que hicimos fue aseguramos de recibir un Canal en buenas condiciones operativas.
  2. ​Recibimos el Canal de Panamá, con una base jurídica sólida.
  3. ​Mejoramos los ingresos por peajes y otros servicios en los primeros 20 años de administración panameña, superando por 9 veces el monto de aportes al Estado panameño de los 86 años anteriores. Casi 17 mil millones de Balboas.
  4. ​Proyectamos la ampliación con un tercer juego de esclusas.
  5. Salimos a informar, recorrimos cada parte de este país y convencimos al pueblo panameño, que dio su aprobación en un referéndum exitoso.
  6. Contra viento y marea concluimos la ampliación del Canal con todos sus componentes dentro de los costos estimados y le dimos al pueblo uno de los mayores motivos de celebración y orgullo que se recuerde.
  7. ​En 19 años hemos más que duplicado la flota de remolcadores del Canal y aumentado significativamente sus capacidades de remolque
  8. Invertimos en las esclusas originales modernizando y aumentando la flota de Locomotoras, reemplazando sus rieles y los sistemas electromecánicos de las válvulas y compuertas a electrohidráulicos con controles electrónicos, y todo con nuestra gente.
  9. ​En los últimos tres años hemos invertido 1,200 millones en modernización y optimización y aumento de nuestra capacidad de tránsito mediante ensanches y profundización de cauces, creación de nuevos fondeaderos y compra de nuevos equipos para las operaciones y el mantenimiento.
  10. ​Rompimos sucesivamente récords de tonelaje hasta lograr sobrepasar las 450 millones toneladas del Canal.
  11. ​Garantizamos el agua en cantidad y calidad, siendo la principal fuente para 60% de la población panameña.
  12. ​En los lagos del Canal operan 7 plantas potabilizadoras que producen más de 435 millones de galones diarios para consumo humano. Tres de estas (Mendoza, Miraflores y Monte Esperanza) construidas, operadas y mantenidas por el Canal.
  13. ​Complementamos la oferta de energía eléctrica, y en tiempos críticos, el Canal ha llegado a proveer hasta el 12 % de la demanda energética del país.
  14. ​Realizamos tres estudios para que el país pueda enfrentar la demanda de agua que se requiere para su crecimiento y desarrollo. Pronto entregaremos las conclusiones al Gobierno para que este disponga lo que considere necesario.
  15. ​Nos comprometimos con hacer un puente y construimos tres:
    1. ​El Puente en Gamboa
    2. ​El nuevo Puente sobre el vertedero de Gatún
    3. ​Y el imponente Puente Atlántico sobre el Canal de Panamá, que abre una nueva era de desarrollo para las comunidades de la Costa Abajo de Colón y más allá…
      O sea que cruzamos sobre el gran rio Chagres tres veces.
  16. ​Concesionamos parte del puerto de PSA, antiguo Rodman, generando ingresos anuales por más de 3 millones de dólares al año y contribuyendo al crecimiento de la actividad logística panameña.
  17. ​Construimos el Corredor Logístico, que acorta la distancia y conecta la carga terrestre del puerto de PSA y de Panamá Pacífico con los puertos y la Zona Libre de Colón.
  18. ​Contribuimos al desarrollo del Turismo, construimos y operamos el Centro de Visitantes Miraflores y de Agua Clara que reciben a más de un millón de turistas al año, quienes gastan en nuestras concesiones de restaurantes, cafeterías, operadores de turismo y pequeños negocios que generan ingresos y empleos.
  19. ​Otorgamos la concesión del moderno Teatro Imax en Miraflores.
  20. ​Hemos protegido la Cuenca del Canal, desarrollando programas de asistencia técnica para la producción agrícola sostenible, ayudando a los campesinos de la cuenca, en la producción de Café y de otros productos.
  21. ​Hemos trabajado con otras instituciones nacionales en los comités interinstitucionales de la Cuenca que nos ha permitido regularizar la tenencia de la tierra y la entrega de casi 8,000 Títulos de propiedad.
  22. ​Acabamos de inaugurar un modernísimo centro de experiencias en Santiago de Veraguas.
  23. ​Auspiciamos el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, el mejor del país.
  24. ​Ayudamos a la comunidad con miles de horas de voluntariado de nuestra gente y formando alianzas con programas de RSE de empresas privadas.
  25. ​Todos los años recorremos el país en giras educativas.
  26. ​Celebramos los veranos todos los años con más de 30 mil panameños de todas las edades.
  27. ​Impactamos la vida de más de 150 mil niños beneficiarios de los programas institucionales “Niños al Canal” y “Canal de Todos”.
  28. ​Realizamos Programas de pasantía y complementamos la formación de miles de estudiantes universitarios con el programa de becas Panamá Crece.
  29. ​Desarrollamos nuevos canales de comunicación con una potente plataforma On Line y de redes sociales, la publicación El Faro, además, un Canal de televisión digital en alta resolución.Todo este largo listado de logros institucionales en 20 años, no es más amplio y detallado por respeto a su tiempo. Es el resultado del compromiso de muchísima gente y estoy seguro de que en cada uno de ellos, cada uno de los que está aquí, en el algún momento hizo su aporte. Pero de todo este listado, los más importantes son aquellos a los que no podemos, ni debemos asignarle un valor económico:
  30. Honramos a los mártires del 9 de Enero con una Llama Eterna.
  31. Y restauramos la bandera desgarrada el 9 de enero de 1964.
Estos dos hechos los considero los más importantes, porque en ellos se concentra la historia que da sentido a nuestro esfuerzo. Ellos simbolizan lo que somos y de dónde venimos, nuestra mística y nuestros valores. Si alguien quiere saber por qué los canaleros nos jugamos el todo por el todo, le sugiero que un día cualquiera visite la Llama Eterna y conozca el sacrificio de los que nos abrieron paso en el Canal, con su propia sangre y su propia vida.
Servimos a una empresa del Estado, pero no nos anima solo un salario. Creemos que nuestro trabajo es nuestra misión, amamos nuestro país y queremos verlo prosperar.
Gran parte de mis años en el Canal los dediqué a liderar equipos y a tomar decisiones, pero contrario a lo que se pueda pensar, mis buenos equipos me lideraron, me comprometieron, me hicieron dar un paso más en esos momentos de incertidumbre y en los que dudé. Mis equipos e individualmente muchos de ustedes ocupan un espacio, iluminando algún momento especial en mi paso por cada esclusa, por cada obra y por cada despacho.
Humildemente reconozco que las cosas que hice bien, fue por la colaboración de ustedes y los errores que cometí, fueron mitigados por ustedes que siempre estuvieron allí.
He sido muy afortunado. Hace poco más de 44 años, sin advertirlo, mi vida tomó un camino rico en vivencias, experiencias y gente extraordinaria. Tuve la suerte de pocos, al desarrollar una carrera profesional, en perfecta armonía con mis convicciones personales.
Pero me llegó el turno de retirarme, aunque de cierta manera seguiré vinculado al Canal, ya que paso a ser parte de la Junta Asesora. Me retiro de la Administración, agradecido y optimista, porque quedan ustedes ayudando a Catín y a Ilya a impulsar adelante este inmenso buque. Catín, te deseo éxitos y te reitero que cuentas con todo mi apoyo incondicional.
Gracias a mi amigo Manuel Benítez, quien enfrentó sus responsabilidades con valentía, y tomó decisiones duras cuando por razones del trabajo tuve que viajar. Gracias por aportar tus conocimientos de manera generosa, por tu servicio, por ser un ejemplo como canalero y como persona.
También agradezco al equipo ejecutivo que me acompañó durante estos últimos 7 años como administrador del Canal, incluyendo a los que se han retirado, a los que pronto se retirarán y a los que se quedan. Gracias por su profesionalismo, pasión, entrega absoluta al trabajo y por su amistad.
Gracias a todos por su solidaridad en momentos difíciles y por las tantas veces que hemos celebrado, por estar hoy aquí, por sus buenos deseos y por cuidar al Canal de Panamá.
Dios los bendiga.