Cuenca Hidrográfica

De acuerdo con la Constitución Política de la República de Panamá (Título XIV) y la Ley 19 de 11 de junio de 1997, Orgánica del Canal, a la Autoridad del Canal de Panamá le corresponde la responsabilidad por el mantenimiento, uso y conservación de los recursos hídricos de la cuenca del Canal. Para salvaguardar dichos recursos, se coordina con los organismos gubernamentales y no gubernamentales especializados en la materia, con responsabilidades e intereses en la cuenca, la administración y uso de sus recursos naturales.  Adicionalmente, la Ley 19 otorga a la Autoridad la responsabilidad de aprobar las estrategias, políticas, programas y proyectos, públicos y privados, que puedan afectar la cuenca.

La Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá tiene una extensión de 343,521.96 hectáreas, según datos del Centro de Información Ambiental de la Cuenca (CIAC) del Canal de Panamá. Comprende territorios en las provincias de Panamá, Panamá Oeste y Colón; abarca 5 distritos y 43 corregimientos. De acuerdo con el censo del 2023, cuenta con 460 lugares poblados y 274,277 habitantes.

La topografía de la cuenca es variable, y va desde llanuras aluviales en la parte central y alrededor de los lagos Alhajuela y Gatún, hasta colinas y montañas con pendientes pronunciadas distribuidas en dos sectores: uno hacia el Este, donde se encuentran la Sierra Maestra y el inicio de la cordillera de San Blas (cuenca alta de los ríos Pequení, Boquerón y Gatún), así como también las alturas de cerro Jefe y el nacimiento del río Chagres; mientras que hacia el Oeste se localizan las cabeceras de los ríos Cirí Grande y Trinidad, formando parte de la División Continental. Las mayores elevaciones en esta región son: Cerro Jefe (en Panamá) con 1,007 metros sobre el nivel del mar y el cerro María (en Chame), con 1,106 metros sobre el nivel del mar.

Debido a su ubicación y orientación, en la cuenca se registra una abundante precipitación pluvial en gran parte del año. Entre los ríos principales están el Chagres, Gatún, Boquerón, Pequení, Cirí Grande y Trinidad. Además, existe una significativa red de quebradas, riachuelos y ríos secundarios. En los últimos años, esta precipitación ha sido influenciada por fenómenos climáticos, que hoy día condicionan la cantidad de agua que se recibe en la misma, poniendo en riesgo la disponibilidad del recurso para el abastecimiento humano y la operación del Canal.

Pero su importancia no sólo se basa en los términos de valor económico y comercial. De su existencia depende la conservación de una vasta diversidad biológica, tanto de flora como de fauna, producto de la confluencia de factores climáticos, geológicos y geográficos que permiten una variedad de hábitats.

La Estrategia de Desarrollo Sostenible y Descarbonización considera como elemento fundamental el bienestar social y económico local para lograr la gestión integrada del recurso hídrico y garantizar su disponibilidad para todos los usos y usuarios.

Importancia del recurso hídrico

El recurso hídrico de la cuenca del Canal es imprescindible para  proveer el agua a las poblaciones que la habitan, siendo la fuente de cientos de acueductos rurales que abastecen a las comunidades ubicadas en ella; además, abastece a más del 50% de la población del país y posibilita el desarrollo de actividades productivas, la hidro generación eléctrica, el funcionamiento continuo del Canal, entre otros usos, por lo que su conservación y protección es fundamental y constituye una tarea de todos.

Para ello, se desarrollan estrategias, programas, proyectos y actividades relevantes en las áreas de responsabilidad del Canal.

La cuenca del Canal tiene una importancia estratégica, especialmente debido a su oferta hídrica, cuyas aguas son almacenadas en los lagos Alhajuela y Gatún. El adecuado manejo del territorio es fundamental para garantizar la conservación del recurso hídrico en cantidad y calidad, así como para promover el desarrollo sostenible de sus habitantes.

El Canal de Panamá desarrolla una gestión socioambiental en la cuenca hidrográfica, ejecutando proyectos y programas dirigidos a promover el desarrollo sostenible, lo cual requiere apoyar el desarrollo socioeconómico local, reforzar la gobernanza del agua y desarrollar programas para el manejo del recurso hídrico.

Esto se hace de manera coordinada con los actores claves y apoyado en la tecnología, con acciones permanentes de educación ambiental, fortalecimiento comunitario, mejoramiento de las prácticas de producción y ejecución de programas y proyectos de conservación, desarrollo sostenible, impulso a nuevos negocios, monitoreo y vigilancia, entre otros.

La gestión socio ambiental en la cuenca se lleva a cabo mediante un enfoque de gobernanza del agua que encuentra su fundamento en la arquitectura social comunitaria; es un modelo que permite una interrelación de la comunidad y sus actividades, con diferentes instituciones, entes gubernamentales y otros actores clave.

Las seis (6) regiones de trabajo de esta plataforma participativa están compuestas por la región de Chagres – Alhajuela; región de Corredor Transístmico Colón; región de Chilibre y Chilibrillo; región de Paja, Pescado, Cañito y Baila Mono; región de Los Hules, Tinajones y Caño Quebrado y la región de Cirí y Trinidad.

La estructura participativa de la cuenca del Canal a nivel comunitario se basa en seis Consejos Consultivos de la Cuenca (CCC), que son instancias de participación a nivel regional, así como 27 Comités Locales (CL), como instancias de participación a nivel local para cada subcuenca, ubicados y organizados bajo criterios de planificación hídrica.

Los Comités Locales (CL), son instancias de participación comunitaria a nivel local, que conforman espacios de concertación para gestionar el desarrollo de cada subcuenca. Una vez conformados los Comités Locales, se establecieron los Consejos Consultivos de la Cuenca, los cuales son instancias de participación y concertación comunitaria a nivel regional; agrupan a los Comités Locales de una o más subcuencas, así como actores sociales e institucionales (comunidades, empresas, ONG, sociedad civil, instituciones, etc.)

La participación de los jóvenes en los procesos de gestión de la cuenca es imprescindible para garantizar la sostenibilidad de las acciones, considerando el relevo generacional.  En este sentido, ha sido conformada la Red de Jóvenes por el Ambiente y la Cuenca del Canal de Panamá, un espacio para el empoderamiento de la juventud residente en el área, en cuanto a la protección y conservación del recurso hídrico, fortaleciendo su liderazgo y promoviendo el activismo ambientalista.

Su origen tiene relación con el Programa Guardianes de la Cuenca (2010), ya que muchos de los niños que participaron en ese programa, son hoy participantes activos de la organización juvenil, constituyéndose en actores emergentes de los Consejos Consultivos de Cuenca, en los que aportan su dinamismo y el uso de la tecnología para fortalecer la gestión socioambiental y conservación del agua.

La Red está conformada por unos 120 jóvenes y como estrategia clave para la conservación de los recursos, cuentan con un Plan Quinquenal en el que plasman los cinco ejes temáticos sobre los cuales planificaron sus acciones y que están relacionadas con capacitaciones, programas de reciclaje, manejo de desechos sólidos, actividades de educación ambiental en las escuelas, así como actividades de campo, entre otras acciones, para promover la protección del recurso hídrico.

Es una de las líneas estratégicas del Canal de Panamá para reforzar una cultura ambiental que considere la cuenca como una unidad que nos relaciona territorialmente y donde las acciones positivas y negativas repercuten en las condiciones ambientales, sociales y económicas de quienes habitan en ese territorio.

Los programas y acciones se han ejecutado en coordinación con el Ministerio de Educación, institución rectora del sector, y el objetivo es fomentar una cultura ambiental entre la comunidad educativa para la conservación del recurso hídrico y el ambiente en general.

Estas acciones se desarrollan en 153 centros educativos donde participan de manera directa e indirecta, cerca de 50,000 estudiantes y 2,000 docentes.

Algunos de los principales programas y acciones que se desarrollan son:

• Guardianes de la Cuenca. Estrategia didáctica concentrada en fomentar una cultura ambiental en los centros educativos, por medio de proyectos colaborativos entre las escuelas y la comunidad.
• Jornadas, ferias y eventos ambientales. Espacios de participación e intercambio entre docentes, estudiantes e instituciones.
• Educación ambiental no formal e informal. Acciones dirigidas a jóvenes ambientalistas, organizaciones comunitarias y la población en general.

Programa de Educación y Cultura Ambiental (EyCA). Nace de la evolución del programa Nuestro Canal y su Cuenca (NUCA), con una estructura abierta (escuelas y comunidad en general), que busca brindar oportunidades de interacción educativa que contribuyan al proceso de construcción de una cultura ciudadana comprometida con el cuidado y la conservación del ambiente. Adicionalmente, la estrategia de educación y cultura ambiental desarrolla diversas actividades y proyectos que permiten afianzar los conceptos y prácticas para la conservación del ambiente y protección del recurso hídrico, tales como proyectos de investigación, senderos interpretativos, misiones ambientales de manejo de residuos, giras eco didácticas, así como la implementación de las buenas prácticas ambientales en diversas iniciativas.

Consiste en una intervención en territorios rurales que busca mejorar las condiciones ambientales, estableciendo coberturas vegetales protectoras mediante modelos de reforestación; promueve el uso adecuado de la tierra; el perfeccionamiento de las técnicas agropecuarias y el mejoramiento de los ingresos de la población campesina a través del apoyo en actividades de post cosecha, la comercialización de productos y el uso de la tecnología.

Algunos de los programas que se desarrollan son los siguientes:

• Incentivos para la Protección y Vigilancia del Bosque
• Producción Agropecuaria Familiar Sostenible 
• Catastro y titulación de tierras
• Otros

Aprobación de proyectos en la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá

En cumplimiento de su mandato constitucional (Capítulo VII), la Autoridad del Canal de Panamá administra los recursos hídricos necesarios para el funcionamiento del Canal, el abastecimiento de agua para consumo de las poblaciones aledañas y salvaguarda la calidad y cantidad de agua, así como los recursos naturales de la cuenca hidrográfica del Canal, con el fin de evitar la disminución en el suministro de agua. Para ello, evalúa iniciativas públicas y privadas, incluyendo estrategias, políticas, programas, y proyectos, asegurando que dichas acciones se alineen con los objetivos de sostenibilidad, seguridad y eficiencia del Canal de Panamá.

Cada promotor o peticionario que requiera desarrollar proyectos, ya sean públicos o privados, dentro de la cuenca, debe presentar ante la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una solicitud de aprobación de proyecto que incluya los requerimientos mínimos para su evaluación. Esto permite verificar posibles impactos sobre el recurso hídrico y otros recursos naturales que le aportan valor y sostenibilidad.

Parte de las referencias que son tomadas en cuenta para la evaluación de estas solicitudes son los usos de suelo establecidos en la Ley 21 de 02 de julio 1997, que aprueba el Plan Regional para el Desarrollo de la Región Interoceánica y el Plan General de Uso, Conservación y Desarrollo del Área del Canal, así como las disposiciones definidas en la Ley 28 de 17 de abril de 2013, que modifica la Ley 21 de 1997; así como la Ley 1 de 3 de febrero de 1994 para la protección de estos cursos de agua.

Una vez finalizada la evaluación, la ACP emite un concepto de aprobación o rechazo del proyecto. Si es aprobado, se incorpora a la programación de la Unidad de Cumplimiento Ambiental, encargada de dar seguimiento y asegurar el cumplimiento de los requisitos establecidos. Este proceso garantiza que los proyectos se desarrollen de manera sostenible, protegiendo los recursos naturales y el equilibrio ecológico de la Cuenca.

Los proyectos que requieran uso de agua cruda para el desarrollo de sus actividades deben gestionar previamente el permiso correspondiente ante la Unidad de Cumplimiento Ambiental de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Este permiso aplica tanto para la captación de agua desde fuentes superficiales (quebradas, ríos o lagos) como desde fuentes subterráneas (pozos) ubicadas dentro de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá.

Para iniciar el proceso, se debe presentar una solicitud de permiso de extracción de agua cruda, cumpliendo con los requisitos mínimos establecidos por la ACP y completando el Formulario 787.

Una vez recibida la documentación, la ACP realiza una inspección técnica al sitio propuesto, con el objetivo de evaluar la viabilidad de la captación, así como el posible impacto sobre el recurso hídrico y el entorno natural.

En caso de que la solicitud sea aprobada, se formaliza un contrato de concesión, el cual establece las condiciones específicas para el uso del agua. Este contrato detalla entre otros aspectos:

• La cantidad autorizada para extracción.
• El tipo de uso permitido.
• La tarifa aplicable
• La forma de pago.
• Los compromisos ambientales que el titular del permiso deberá cumplir para la protección del recurso hídrico.

Entre los principales compromisos ambientales que debe cumplir el cliente se destacan:

• Acceso para fiscalización ambiental: el cliente debe permitir el acceso a técnicos de la ACP para realizar inspecciones en sitio, verificar el volumen, caudal extraído y evaluar las medidas de control ambiental implementadas, con especial atención a la protección del recurso hídrico.
• Caracterización de efluentes: el cliente debe caracterizar sus efluentes conforme al instrumento de gestión ambiental que lo rige y cumplir con las normativas técnicas en materia que se encuentren vigentes (DGNTI-COPANIT 35-2019 y 39-2000), según corresponda.
• Prevención de contaminación: el cliente debe mantener control de las actividades que realice para evitar la contaminación de aguas superficiales y subterráneas dentro de la Cuenca Hidrográfica del Canal, incluyendo los lagos Gatún, Alhajuela y sus afluentes.
• Plan de contingencia: el cliente debe contar con un plan de contingencia para el manejo de derrames de hidrocarburos o sustancias contaminantes. En caso de incidentes, será responsable de contener, limpiar, remediar y evitar reincidencias, utilizando personal autorizado conforme a la normativa ambiental vigente. Si el cliente no actúa, la ACP podrá intervenir y los costos serán asumidos por el este.

Este conjunto de medidas busca asegurar una gestión ambiental responsable, promoviendo la conservación en cantidad y calidad del recurso hídrico.

La cota 100 pies en el lago Gatún y la cota 260 pies en el lago Alhajuela, así como las planicies de inundación y aguas abajo del vertedero de Madden, constituyen la franja de tierra comprendida entre el borde de estos lagos al nivel actual y el que tendría a 100 y 260 pies sobre el nivel del mar, respectivamente.

Las cotas, los lagos, islas y planicies de inundación son bienes inalienables de la Nación, administrados privativamente por el Canal de Panamá y son de carácter operativo; su vigilancia se realiza por medios terrestres, acuáticos o aéreos.

Como parte de los procesos de divulgación y distribución de información, se comparten folletos ilustrativos y se llevan a cabo charlas informativas a las comunidades ribereñas, instituciones, estamentos de seguridad y autoridades locales sobre los usos permitidos y no permitidos en estas zonas. Por parte de la ACP se han colocado letreros e hitos para orientar de mejor manera a la población sobre los límites de la cota y se le informa a cada particular sobre su incumplimiento para los casos de apropiación ilícita

El Canal de Panamá desarrolla e implementa políticas, estrategias, programas y procedimientos ambientales en sus áreas operativas con el propósito de prevenir, controlar mitigar y compensar oportunamente los posibles impactos al ambiente y a las comunidades colindantes, producto de cada una de sus actividades. Estas acciones se aplican especialmente en áreas patrimoniales, en las operaciones y en proyectos estratégicos, propios o ejecutados por terceros

Como parte de este compromiso, se realizan Evaluaciones Ambientales Preliminares (EAP) para los proyectos de inversión promovidos por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), basándonos para ello en lo establecido en el Manual Técnico de Evaluación Ambiental (MaTEA) de la autoridad. Estas evaluaciones permiten identificar el instrumento de gestión ambiental más adecuado para cada iniciativa, asegurando una planificación responsable desde sus etapas iniciales.

Asimismo, se estiman los costos ambientales asociados a futuros proyectos, con el fin de garantizar la disponibilidad de recursos para la implementación, de forma efectiva, de las medidas de mitigación y controles operacionales necesarios para prevenir impactos ambientales.  Esta previsión económica fortalece la capacidad de la Autoridad para responder ante riesgos ambientales y cumplir con los estándares nacionales e internacionales en materia ambiental.

Durante la etapa de planificación de estos proyectos y como parte del ámbito contractual, se elaboran especificaciones ambientales dentro de la sección de Protección Ambiental de los pliegos de cargos, asegurando que los contratos se ejecuten conforme a los lineamientos ambientales establecidos y contribuyan a la sostenibilidad operativa.

Como parte de la gestión ambiental, la Autoridad ha integrado herramientas tecnológicas como iAuditor, la cual permiten realizar un seguimiento sistemático y en tiempo real de los hallazgos ambientales que se puedan presentar en las áreas operativas. Su uso contribuye directamente a la mejora continua de los procesos y al cumplimiento de las normativas ambientales.

El Canal de Panamá, alineado con su visión de sostenibilidad, sigue trabajando arduamente para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y alcanzar emisiones cero netas para el año 2050. En 2024, se completó el inventario base de GEI que, por primera vez, incluyó todos los alcances: alcance 1 (emisiones de operaciones propias), alcance 2 (emisiones de la energía comprada para operación) y alcance 3 (emisiones de la cadena de valor).

Los resultados de este inventario sirven como línea base para los futuros compromisos de descarbonización. Entre las medidas identificadas para reducir las emisiones de alcance 1 y 2 antes del 2030 se encuentran la adquisición de remolcadores híbridos, el desarrollo de una planta fotovoltaica y la compra de vehículos eléctricos.  Además, el Canal de Panamá colabora con diversas organizaciones internacionales y nacionales para apoyar la descarbonización del sector marítimo (alcance 3), que representa aproximadamente el 98% de sus emisiones. Es importante destacar que la ubicación estratégica del Canal contribuye a la reducción de emisiones al ofrecer una ruta más corta para los buques. En el AF 2023, esta ruta evitó la emisión de 12 millones de toneladas de CO2(e) a la atmósfera.

Este compromiso con la sostenibilidad se basa en esfuerzos por minimizar las emisiones propias, incentivar a sus clientes a reducir su huella de carbono y gestionar de manera responsable los recursos naturales de la cuenca del Canal, contribuyendo también a la conservación y expansión de los sumideros de carbono.

Las actividades, obras o proyectos ejecutados por terceros dentro del Área de Compatibilidad con la Operación del Canal deben, previa a su implementación, cumplir con todas las disposiciones establecidas en el Reglamento del Uso del Área de Compatibilidad con la Operación del Canal y de las Aguas y Riberas del Canal. Este reglamento establece los criterios técnicos, ambientales, legales y administrativos que garantizan que dichas intervenciones no interfieran con el funcionamiento seguro, eficiente y continuo del Canal, ni impacten la conservación de los recursos naturales de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá. La normativa busca asegurar que cualquier uso del suelo, cuerpos de agua o infraestructura en esta área, sea compatible con los objetivos estratégicos del Canal y con el desarrollo sostenible de la región.

Una vez que un proyecto ha sido evaluado y aprobado, mediante la emisión del correspondiente Permiso de Compatibilidad, pasa a formar parte del Programa de Inspecciones de la ACP. Este programa tiene como finalidad verificar, mediante visitas técnicas periódicas y mecanismos de supervisión, que las actividades autorizadas se ejecuten conforme a los términos y condiciones establecidos en el permiso otorgado. Además, permite detectar desviaciones, aplicar medidas correctivas y asegurar mediante sistemas de consecuencias, que se mantenga el cumplimiento ambiental, técnico y operativo durante toda la vigencia del proyecto.

De esta manera, se fortalece el control institucional sobre el uso del territorio y se promueve una gestión responsable y transparente.

Con respecto a las áreas patrimoniales y de administración privativa de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), la Unidad de Cumplimiento Ambiental evalúa los contratos de arrendamiento, las concesiones de uso de bienes administrados por la Autoridad y las autorizaciones de uso otorgadas a terceros. Estos trámites están sujetos al Reglamento de Uso de los Bienes Patrimoniales y de los Bienes Administrados por la ACP.

Asimismo, la Unidad evalúa las concesiones de uso de aguas y bienes bajo administración de la Autoridad, así como las autorizaciones para el desarrollo de actividades comerciales en aguas del Canal, las cuales se rigen por el Reglamento de Uso de Aguas Bajo la Administración de la ACP y el Reglamento de Extracción y Uso de Aguas de la Cuenca Hidrográfica del Canal.

Conscientes de esta realidad y de nuestra responsabilidad como operador estratégico global, el Canal de Panamá cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) certificado desde el año 2003 bajo la norma internacional ISO 14001. Este sistema permite identificar y gestionar los riesgos e impactos ambientales derivados de nuestras operaciones, alineando cada acción con una visión de sostenibilidad y resiliencia a largo plazo. La certificación se ha mantenido de forma continua, y en 2024 alcanzó un nuevo hito al incorporar áreas operativas clave como las esclusas de Agua Clara y Cocolí.

Contar con un SGA fortalece nuestra capacidad para anticipar riesgos, garantizar el cumplimiento ambiental y mejorar nuestro desempeño de forma sistemática. Además, consolida nuestro compromiso con la conservación de los recursos naturales de los que depende la operación del Canal y que sustentan la calidad de vida de millones de personas en la cuenca.

Uno de los principales instrumentos para medir este desempeño, en el Canal, es el Índice de Desempeño Ambiental Corporativo (IDAC), herramienta que cuantifica los avances en sostenibilidad dentro de las áreas operativas incluidas en el Plan de Gestión de Cambios del SGA, plan que indica el cronograma en el que las diferentes áreas se irán incorporando al alcance del sistema de gestión.

El IDAC evalúa tres dimensiones: talento, recursos y procesos.

• En talento, se mide el conocimiento de la política ambiental y la participación del personal en inducciones y actividades formativas.
• En recursos, se considera la implementación de mejoras con impacto ambiental positivo y la participación en voluntariados corporativos.
• En procesos, se evalúa la corrección oportuna de hallazgos detectados en inspecciones ambientales y la ejecución de medidas preventivas y de respuesta ante emergencias.

El Canal de Panamá ha evidenciado una mejora significativa en su desempeño ambiental mediante la certificación, consolidación y expansión de su Sistema de Gestión Ambiental (SGA), complementado por una capacitación continua del personal y el fortalecimiento de una cultura ambiental más sólida. Esta evolución se refleja en la reducción de hallazgos críticos, la ejecución sistemática de auditorías, la inversión en eficiencia energética y fuentes renovables, así como en la protección activa de la cuenca hidrográfica. Además, la gestión ambiental se ha integrado de manera efectiva en la planificación operativa de todas las áreas, demostrando un compromiso firme con la sostenibilidad.

Normas ambientales: Recurso Hídrico – Autoridad del Canal de Panamá (pancanal.com) 

La Autoridad del Canal de Panamá participa activamente en la evaluación de los proyectos que ingresan al proceso de evaluación de los Estudios de Impacto Ambiental (EsIA), Auditorías Ambientales (AA) y Programas de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMAs) que lidera el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente).  Esta participación en el proceso permite, identificar desde etapas tempranas, posibles impactos ambientales que puedan afectar la cuenca hidrográfica del Canal, así como solicitar la aplicación de medidas de prevención, control y mitigación durante las fases de construcción, operación y cierre de los proyectos.

Una vez que el instrumento de gestión ambiental (EsIA o PAMA) ha sido aprobado por MiAmbiente, el proyecto es incorporado al programa de seguimiento ambiental de la ACP, con la finalidad de verificar el cumplimiento efectivo de las medidas de mitigación y control aprobadas.

La Autoridad del Canal de Panamá implementa planes de monitoreo ambiental a nivel corporativo que conforman un programa integral, diseñado para evaluar y controlar diversos componentes clave. Este programa abarca el monitoreo de ruido ambiental, emisiones atmosféricas (provenientes de fuentes fijas y móviles), calidad del aire ambiental, aguas residuales domésticas e industriales (generadas por equipos flotantes y separadores de agua y aceite), así como los efluentes de los sistemas de tratamiento en las áreas operativas del Canal.

El monitoreo de ruido ambiental se realiza en cuatro zonas de interés operativo, incluyendo los nuevos juegos de esclusas de Cocolí y Agua Clara. Por su parte, el programa de calidad del aire contempla la evaluación de emisiones generadas por fuentes móviles como automóviles, remolcadores, lanchas y dragas y fuentes fijas significativas, como la Planta Termoeléctrica de Miraflores. Los parámetros analizados incluyen monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO₂), óxidos de nitrógeno (NOₓ), dióxido de azufre (SO₂) y material particulado inferior a 10 micrómetros (PM₁₀).

Este programa se ejecuta de manera anual desde 2007, con el propósito de verificar el cumplimiento de las normas ambientales internas y generar información sistemática y periódica que sirva como línea base para el diseño de políticas ambientales y la implementación de medidas de mitigación orientadas a proteger la salud humana y los ecosistemas cercanos a las instalaciones del Canal.

Asimismo, se cuenta con estaciones de monitoreo de calidad del aire que operan mensualmente en puntos estratégicos como el lado este de las esclusas de Miraflores, Paraíso, las esclusas de Agua Clara y Ancón. Paralelamente, se desarrolla un programa de monitoreo de los sistemas de tratamiento de aguas residuales, que incluye tanto las plantas de tratamiento de embarcaciones como las de las áreas operativas terrestres.

Recientemente el equipo técnico realiza monitoreos de calidad de agua superficial y análisis de sedimentos en 35 puntos distribuidos en las cuencas de los ríos Indio, Coclé del Norte y Miguel de la Borda, contribuyendo así al conocimiento y protección de los recursos hídricos en la región Occidental de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá.

Como parte de nuestra responsabilidad en áreas operativas, se ejecuta un programa sistemático de inspecciones y auditorías ambientales, alineado con el Sistema de Gestión Ambiental (SGA) del Canal de Panamá. Este programa abarca tanto actividades internas como aquellas desarrolladas por contratistas, y tiene como objetivo verificar el cumplimiento de la normativa ambiental vigente, los Planes de Manejo Ambiental (PMA) de los diferentes proyectos y la aplicación de las medidas de control ambiental específicas, en las áreas de trabajo.

Las inspecciones permiten identificar desviaciones, proponer acciones correctivas oportunas y asegurar que todas las actividades se desarrollen en conformidad con la Política Ambiental de la Autoridad.

Estas acciones fortalecen la trazabilidad, identificación temprana de riesgos, el fortalecimiento de la conciencia ambiental, el liderazgo y la mejora continua, contribuyendo directamente con la sostenibilidad de las operaciones.

Se implementa la iniciativa enfocada al consumo responsable, a la educación en valores de conservación e incentivar en los colaboradores la práctica de las 3R’s, que tiene como principios rectores: reducir el consumo de recursos, reutilizar y reciclar los materiales (papel y cartón, latas de aluminio y botellas plásticas PET/HDPE).